Tan tuanis que es sentirse bien haciendo lo que uno hace, para lo que estudió, con lo que vive y vivirá por siempre ¿verdad? Claro está que hay factores que influyen en que una persona se dedique a cosas que tal vez no sea lo que siempre soñó o que no le satisfacen.
Sin embargo yo considero que al fin y al cabo son decisiones que uno toma. Malas o buenas dependiendo de cuánto se piensen. Es decir, siempre en cada decisión hay una relación de costo/beneficio que será lo que determine el éxito de la misma.
Digo esto porque lamentablemente uno se encuentra por todo lado a gente trabajadora en todos los sectores que parecen no estar muy conformes con lo que hacen, a juzgar por como tratan a la gente.
- Choferes de buses y taxis
- Bibliotecarias
- Oficinistas y secretarias
- Cajeros
- Pulperos
- Y otro poco más...
Les cuento una historia real: en la biblioteca de la facultad donde todavía estudio había una bibliotecaria bastante malencarada, amabilidad nula, que hasta daba cosa hablarle. Un día llegó al colmo de gritar improperios a todos los que estábamos allí por razones desconocidas. Eso me molestó demasiado y un compa y yo decidimos quejarnos con la directora de la biblioteca y con el decano (qué sapos verdad! jaja) porque no nos parecía ese comportamiento. Por supuesto la defendieron y pusieron de argumento que "ella es así" y que se estresa mucho.
Bueno, mi punto es que una cosa es tener un día malo y otra ser un maleducado todos los días. Sobre todo si usted trabaja rodeado de gente. No es culpa de la sociedad que usted haya tomado una decisión que al final no le satisfizo. Si no le gusta vaya y busque otro trabajo en el que esté sol@ y se trate mal usted mismo.
Como les digo, hay muchos factores que afectan estas situaciones y por ello hay que hacer excepciones. Pero de verdad es indignante ver al chofer que se enoja si uno le hace parada (sí, eso me ha pasado...), a la secretaria del Departamento de Bienestar estudiantil de la UNA que lo trata de tonto a uno si le hace falta algún papel o a la referencista de la Biblioteca pública molestarse cuando uno le pide un libro....
Puede no haber sido la mejor elección, pero por algo está usted donde está. Tratemos de hacer nuestro trabajo de la mejor manera porque al final alguien nos lo agradecerá.
PD: Ahora la bibliotecaria de la facultad cada vez que me ve me saluda con un efusivo "Hola Marco, ¿en qué le puedo servir?" jejeje ¿Qué les parece?